El Mindfullness puede entenderse como atención y conciencia plena, presencia atenta y reflexiva. Plantea un empeño en centrarse en el momento actual, el aquí y el ahora, frente al vivir en la irrealidad, “el soñar despierto”. Practicar mindfulness nos permitirá, entre otras cosas, llegar a aceptar las cosas como son. No obstante, Kabat-Zinn en “La práctica de la atención plena” (2007) nos aclara que “la aceptación no tiene nada que ver con la resignación. La aceptación de las cosas tal como son, muy al contrario, requiere una fortaleza y una motivación extraordinarias -especialmente en el caso de que no nos gusten- y una disposición a trabajar sabia y eficazmente como mejor podamos con las circunstancias en las que nos encontremos y con los recursos, tanto internos como externos, de que dispongamos para mitigar, curar, reorientar y cambiar las cosas que podamos cambiar”.
¿Cómo desarrollar la atención y la concentración?
Nuestros programas tienen como principal objetivo desarrollar la atención consciente y plena. Las actividades combinan la práctica de Mindfulness con el desarrollo de Inteligencia Emocional. Sesiones semanales grupales adaptadas para ciclos de infantil, primaria y secundaria.
La práctica de la Atención Plena o Mindfulness, más que un conjunto de meras técnicas de relajación, es una actitud ante la vida. Se trata de un estilo global de afrontar la vida que impulsa las fortalezas personales de los alumnos.El fin último de estos programas es que los participantes logren un estado de consciencia y calma que les ayude a conocerse mejor, autorregular su conducta y ser más conscientes del momento presente, como modo de alcanzar mayor bienestar y felicidad. Se trata de potenciar en los alumnos una actitud permanente de consciencia y calma encaminada a desenmascarar automatismos y promover su desarrollo integral.